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Nuevos reportes afirman que se terminó lo que se daba para Kim Kardashian y Kaye West. Al parecer, la pareja venía peleando sistemáticamente desde hacia mucho y luego del robo en París, Kim no sintió contención en su marido, que estaba cada vez más paranoico y no dormía.

Fue un infierno para ellos", le dijo una fuente a la revista Us Weekly. West se había vuelto "insoportable" y el dúo, que comparte una casa de Bel Air de 1.000 metros cuadrados, peleaba mucho.

Al parecer, las cosas llegaron a un punto crítico cuando los discursos de Kanye en sus shows se convirtieron cada vez más preocupantes y polémicos, incluso hasta llegó a terminar un recital después de solo tres canciones. En su último show en Sacramento, California, el rapero estuvo 15 minutos atacando Beyonce y pidiéndole a su amigo Jay Z que lo llamara antes de salir del escenario. Dos días después, el productor canceló sus restantes conciertos de Saint Pablo. “No sabía si podía seguir aguantando la situación y esta vez se negó a apoyarlo”, reveló una fuente cercana a Kim.

Todo se volvió demasiado para Kim, que, en el momento del colapso de Kanye, planeaba su participación en la tradicional gala Angel Ball en Nueva York, en la que iban a homenajear a su padre Robert.

Según Us Weekly, cuando se fue a la costa este, la estrella de KUWTK le dijo a su marido de dos años que necesitaba un descanso y que no quería hablar más con él. Una vez en Nueva York, recibió una llamada en la que le informaban que West no había dormido en una semana y estaba actuando "paranoica y psicótica y luchando por identificar lo que era real".

Kanye está internado en la unidad psiquiátrica del hospital UCLA, de Los Ángeles y los reportes afirman que Kim está a su lado, aunque prefirió que sus hijos Saint y North no visitaran aún a su padre.

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