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Siempre desde los márgenes de lo alternativo, el rapero Dillom recreó este miércoles a la noche desde el escenario del mítico Luna Park el universo fantástico de su ópera prima "Post Mortem" con una puesta en escena que tiñó de terror y humor el repertorio que se desprende de una obra que "ya dejó de ser sólo un disco" para "trascender como movimiento".

"Este año fue un año muy especial para todos nosotros porque de la nada el público aumentó como diez veces. Estamos muy contentos; cuando estábamos haciendo este disco nunca pensamos que iba a pasar esto. No se nos cruzaba por la cabeza, era apenas un sueño muy lejano que no sabíamos que se iba a materializar. Es una puta locura, hermano. No se me ocurre otro ejemplo de otro disco que haya generado todo esto", reflexionó el protagonista en su monólogo final.

A esa altura de la noche, el efecto de su propuesta ya había calado hondo entre los presentes, y restaba la emotiva despedida con "220": "Esto va más allá de la música. Que vengan acá todos con la remera pintada, nos hagan el aguante en todos lados, que haya trapos y se genere como una hermandad entre todos, es algo que está buenísimo", señaló.