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Tras casi tres años de ausencia de la ciudad donde nació en agosto de 1961, Andrés Calamaro volvió dispuesto a jugar su juego de rock de autor surcado por una veintena de hits que la multitud reunida la noche del jueves en el Movistar Arena gozó en emocionada comunión.

En el marco del segundo tramo de una intensa gira latinoamericana que inició hace 45 días en Arequipa y a la que solamente le quedan tres noches, quien fuera integrante de Los Abuelos de la Nada y Los Rodríguez fue a lo seguro con un repertorio de populares canciones que el público interpretó en mayor medida que su propio creador.

De la guitarra al teclado y más como maestro de ceremonias que como el tradicional “frontman” que se devora la escena y el repertorio, Calamaro fue el bastonero de una obra que ratificó su impacto generacional en una audiencia en torno a las cuatro décadas.

Foto Vctor Carreira
 
Foto: Víctor Carreira.


Para poder proponer ese lance de bosquejados sucesos y sensibilidad en llamas, el artista no solamente se apoyó en temas que exhiben su genio y vigencia sino en una banda notable capaz de sostener y recrear esa memoria en tiempo actual y real.

Julián Kanevsky en guitarras y decisiva participación vocal, Germán Wiedemer en piano y teclados, Mariano Domínguez en bajo y Martín Bruhn en batería, mostraron su solvencia y conocimiento del paño para poner a dialogar piezas inoxidables con las diversas influencias más recientes de su hacedor y con el clamor de un público encantado con ese viaje.

A alrededor de las 21.10 y con el estadio ya hecho una caldera por las 15.000 personas dispuestas a entrar en la esperable propuesta, la trilogía de apertura fue con “Bohemio”, “Cuando no estás” y “Verdades afiladas”.

Foto Vctor Carreira
 
Foto: Víctor Carreira.


Y aunque las cartas ya estaban expuestas y arriba y abajo del escenario el código era compartido y celebrado, enseguida fue posible profundizar la huella de la mano de “Para no olvidar”, “Me arde” y “All You Need is pop”.

“Voy a pedir un momento de gratitud, algarabía y amor para recibir a Zoe Gotusso”, solicitó Andrés como prólogo a la visita de la joven trovadora cordobesa que se lució en “Tantas veces”, otro de los logrados pasajes de la velada.