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Diego Leuco está pasando un excelente momento como uno de los conductores estrella de Luzu TV, el canal de YouTube que creó Nico Occhiato, en Antes Que Nadie. Sin embargo, no muchos conocen el pasado que supo encarar el periodista. El novio de Sofía Martínez habló de sus adicciones y reveló el calvario que atravesó.

«Tuve una adicción muy grande al entrenamiento, a lo físico, a lo que supuestamente era el bienestar físico. Cuando era más chico, a los 17 o 18 años, tenía exceso de peso, unos 30 kilos más que ahora», comenzó relatando el conductor.

Luego, Leuco en la entrevista íntima con Gastón Pauls para Seres Libres, confesó: «Era algo que me molestaba un montón. Tenía la sensación de que todos me miraban. Después, mis amigos del colegio me decían que nada que ver. Era más un mambo mío».

«Empecé a entrenar, a comer diferente. Ya laburaba en los medios y en la producción en la radio, eran sobre todo programas a la mañana. Llegaban sándwichs que querían que probaras, el de la heladería nueva que mandaba un kilito de helado o el oyente que mandaba chocolates», contó sobre sus inicios en los medios.

En ese sentido, continuó: «Estabas ahí, sentado, morfando. Se volvió una especie de adicción medio tóxica. Iba al gimnasio siete días a la semana y entrenaba dos o tres horas por día. Si tenía que comer 60 gramos de algo, lo pesaba con una balanza. Estuve así como un año».

«Después de todo ese proceso aprendí a relajarme, a comer mejor y a entrenar de una manera más sana. Pero fue la primera vez que sentí que podía perder el control, como que ese algo tomaba decisiones por mí. Soy un poco adicto al laburo, pero aprendí a hacer solo lo que me gusta en el trabajo. Eso, para mí, fue un cambio brutal. Es un cigarrillo más de ansiedad que de nicotina», expresó, antes de hablar sobre su adicción con el tabaco.

Sobre su vínculo con el cigarrillo, Diego reveló: «Fumo cuando no tengo nada que hacer. Soy fanático de descubrir y todo el tiempo quiero hacer cosas nuevas. Tenía 30 años recién cumplidos y fumaba habanitos socialmente. Conviví cuatro años con mi ex y me mudé de golpe, pasaba muchas horas solo».

«Y apareció el pucho compañero, ese es el que más me cuesta soltar hoy en día. Si estoy en un embotellamiento y no se mueven los autos, ahí no tengo límite. Es lo que más me jode, porque arranqué de grande», concluyó Leuco sobre su adicción al cigarrillo.